
En 2023, 299 millones de personas necesitaron asistencia y protección humanitaria (alrededor del 3% de toda la población mundial). Muchas de estas personas han tenido que abandonar sus hogares: 71,1 millones de personas están desplazadas internamente en su propio país y otros 36,4 millones son personas refugiadas que necesitan apoyo humanitario en los países de acogida, de los cuales más de las tres cuartas partes se encuentran en países de ingresos bajos y medios.
Entre ellos se encuentran muchos millones de personas que viven con ENT, a quienes a menudo les toca lidiar con sistemas y servicios de salud que han sido completamente destruidos o gravemente socavados. Un nuevo informe de políticas demuestra por qué garantizar la cobertura sanitaria universal para esta población vulnerable debe convertirse en una prioridad mundial.
Desatendidos y en crisis destaca tres iniciativas exitosas que se están implementando en Kenia, Líbano y Ucrania; cada una de estas iniciativa se describe en detalle, como un estudio de caso separado.
Kenia [3], donde las ENT representan actualmente el 41% de todas las muertes y alrededor de la mitad de todos los ingresos hospitalarios, ha estado respondiendo a las necesidades de salud de las personas refugiadas de diversos conflictos durante muchos años. Cada vez más, los desplazamientos son internos y las personas huyen de los desastres naturales. Un proyecto reciente respondió adaptando el kit para las ENT de la OMS. El kit actualizado, que cubre diabetes, hipertensión, salud mental, lesiones y asma, se implementó por primera vez en la región costera de Kenia en 2021. Una encuesta de referencia inicial y evaluaciones rápidas, así como una evaluación en tiempo real durante las inundaciones, demostraron que esto ha tenido el propósito previsto de garantizar la continuidad de los servicios para pacientes con ENT durante las emergencias. En 2024, el Ministerio de Salud de Kenia está desarrollando un documento de política sobre las ENT en emergencias humanitarias, incluyendo las inundaciones, las sequías, las pandemias y los disturbios políticos, y además considera a las ENT entre las poblaciones que viven en zonas marginales.
Líbano [4] acoge a casi un millón de personas desplazadas de la vecina Siria. El aumento del 15% en la población del país ha ejercido una enorme presión sobre su infraestructura y servicios públicos, incluido el sistema de salud, y ha provocado una afluencia de actores humanitarios para apoyar la respuesta. Un consorcio de organizaciones internacionales, Partnering for Change, está investigando la implementación de dos modelos de atención (grupos de apoyo entre pares y un modelo de atención integrada de las ENT) que tienen como objetivo mejorar el acceso a la prevención, el diagnóstico y la atención específicos de las ENT de forma ininterrumpida y de alta calidad. El consorcio tiene como objetivo documentar y difundir experiencias y aprender lecciones que podrían ser transferibles a otros entornos.