Abordar las ENT en los lugares de trabajo: un asunto de todos

13 de noviembre de 2017

Todos los días, 3.45 mil millones de personas nos levantamos y vamos a trabajar. [1] Colectivamente, pasamos gran parte de nuestro tiempo en nuestros lugares de trabajo. Se espera que otros 55 millones de personas comiencen a trabajar para 2030, [2] no es de extrañar que la Organización Mundial de la Salud haya identificado los lugares de trabajo como entornos críticos para abordar la creciente ola de enfermedades no transmisibles (ENT). [3]

Las ciudades son centros de empleo en todo el mundo, pero la urbanización también se asocia cada vez más con desafíos para mantener la salud, conduciendo a una nutrición deficiente, bajos niveles de actividad física, estrés y exposición a mala calidad del aire, todos factores de riesgo para el desarrollo de ENT. La necesidad de lugares de trabajo saludables es, por lo tanto, una parte central de la creación de ciudades saludables.

Por qué importan los lugares de trabajo

Las investigaciones muestran que las fuerzas de trabajo saludables, que viven en ciudades saludables, contribuyen a negocios más saludables. [4] Los empleadores comparten la responsabilidad del bienestar de sus empleados, tanto a corto como a largo plazo, y pueden desempeñar un papel fundamental en la promoción, el incentivo y el logro de mejores resultados de salud. Por ejemplo, durante las epidemias de VIH, los empleadores en los países de bajos y medianos ingresos (PIBM) han desempeñado un papel importante en la prevención de infecciones, la prestación de atención y la lucha contra el estigma y la discriminación; complementando otras intervenciones del sector público, organizaciones multilaterales y sociedades civiles. Hasta hace poco, sin embargo, había poca capacidad para atender a las ENT en los países de bajos ingresos.

¿Qué se ha hecho hasta ahora?

En 2011, las Naciones Unidas pidieron al sector privado que "promueva y cree un entorno propicio para comportamientos saludables entre los trabajadores", incluidos planes para incentivar el abandono del hábito de fumar, implementar prácticas de salud y seguridad y crear programas de bienestar en el lugar de trabajo.[5]

Sin embargo, a pesar del valor mutuo para los empleadores, los gobiernos y las comunidades para apoyar una fuerza laboral saludable, solo el 29% de las organizaciones en todo el mundo han implementado estrategias integrales de promoción de la salud y bienestar. [6] Hay varias razones detrás de esta pobre captación, particularmente en entornos de bajos recursos, incluida la falta de priorización en los planes nacionales de ENT, falta de comprensión de los beneficios comerciales, seguimiento o coordinación complicada con los sistemas nacionales de salud, y evidencia limitada sobre lo que genera impacto y lo que no.

Por ejemplo, en varios PIMB, la política exige que los empleadores proporcionen a los empleados un chequeo de salud anual, pero no se requiere seguimiento o provisión para respaldar los tratamientos básicos. Además, existen esfuerzos limitados de los empleadores para promover y permitir elecciones más saludables (como ir en bicicleta al trabajo y comer una dieta rica en plantas), a pesar de que los países de bajos ingresos a menudo tienen altas tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.[7]

¿Qué se puede hacer?

Creemos que los empleadores tienen un papel fundamental que desempeñar en la lucha contra la emergente crisis de ENT en países de bajos ingresos.

Los programas de bienestar en el lugar de trabajo implementados en países de altos ingresos se han centrado típicamente en la prevención de enfermedades y el fomento de comportamientos saludables. Si bien esto es importante, para que los empleadores en países de bajos ingresos logren el mayor impacto en la carga de ENT, creemos que el bienestar de los empleados debe enfocarse de manera integral, complementando la provisión de atención con proveedores públicos y privados. Por ejemplo, alentar e incentivar a los empleados a administrar su propia salud; asegurando que haya flujos de referencia para la provisión de cuidado; y abogando y facilitando la atención asequible y sostenible para los empleados y sus familias.

Para que esto suceda, los empleadores deben reconocer su rol y los posibles beneficios comerciales de invertir en la salud de los empleados. Y los legisladores y las autoridades sanitarias locales deben reconocer a los empleadores como socios clave para lograr la salud de la población.

Relacionando integralmente el bienestar de los empleados y los buenos negocios en Ghana

En Ghana, se ha avanzado al vincular el bienestar de los empleados con los buenos negocios a través de la iniciativa del Programa de bienestar para los empleados de la Cooperación Alemana para el Desarrollo (EWP). La iniciativa desafía a los empleadores y gobiernos a promover comportamientos más saludables entre los empleados, sus familias y comunidades, así como también de las preocupaciones más tradicionales en términos de salud y seguridad ocupacional. A diferencia de las alianzas de desarrollo tradicionales que se enfocan en trabajar con personas económicamente desfavorecidas, la Cooperación Alemana para el Desarrollo trabaja con personas que tienen un ingreso regular pero que tienen más probabilidades de verse afectadas por ENT debido a dietas más ricas y la inactividad a menudo obligada por el trabajo de oficina. El programa proporciona a los empleados paquetes de salud preventivos; protección social y asesoramiento financiero; seguro de salud; y tratamiento. Este enfoque holístico ha ayudado a elevar los estándares de salud al inyectar mayores recursos en los sistemas nacionales de salud y protección social de Ghana.

Además de enfocarse en las personas en su lugar de trabajo, es necesario ayudar a las personas que viven con una ENT o que se están recuperando, y a sus cuidadores, a que vuelvan al trabajo. Con el tiempo, esto se puede lograr aumentando el acceso a servicios de rehabilitación (probablemente proporcionados por el gobierno), políticas flexibles de retorno al trabajo ofrecidas por los empleadores y regulaciones legales fortalecidas para proteger contra la discriminación.

Innovación. Evidencia. Colaboración.

Hay amplia evidencia de lo que funciona en el control de las ENT; esto debe traducirse en una acción generalizada, especialmente en el lugar de trabajo.

Se deben compartir las mejores prácticas, junto con las experiencias directas, los modelos innovadores y los datos relevantes. Un fuerte liderazgo y la colaboración en el sector público y privado serán cruciales para enfrentar este desafío.

Esta es la razón por la cual la Fundación Novartis está trabajando con la Alianza de ENT para crear una plataforma que incida para que los empleadores en países de bajos ingresos desempeñen un papel más importante en la lucha contra las ENT y catalicen la acción a mayor escala. Nuestra asociación busca cotejar las mejores prácticas y experiencias e identificar las principales barreras para los programas en el lugar de trabajo en los PIBM. Esto incluirá la producción de una guía práctica dirigida a legisladores y empleadores para apoyar la implementación de programas de salud en el lugar de trabajo, que se lanzará en diciembre de 2017. Los conocimientos y las ideas también se utilizarán para informar la iniciativa de salud urbana Mejores Corazones, mejores ciudades (Better Hearts Better Cities), que busca mejorar los resultados cardiovasculares en las poblaciones urbanas a través de un enfoque integrado y multisectorial que aborda la hipertensión y los factores de riesgo subyacentes de una manera sostenible a gran escala.

Solo trabajando juntos podemos hacer que las ciudades saludables sean una realidad. Ciudades saludables significan personas sanas, comunidades saludables implican una sociedad saludable y una sociedad saludable impulsa negocios saludables.

 

Acerca de las autoras:

Roberta Bosurgi (@RBosurgi) es Directora de la Iniciativa de Salud Urbana de la Fundación Novartis (@NovartisFDN), responsable de la creación de una nueva iniciativa colectiva multidisciplinaria para la hipertensión en entornos urbanos de bajos ingresos.

Katie Dain (@KatieDain1) es la Directora Ejecutiva de la Alianza de ENT (@ncdalliance), una red global de más de 2000 organizaciones de la sociedad civil en más de 170 países dedicadas a transformar la lucha contra las ENT en todo el mundo.

 
References:

[1] The World Bank Data, Labor force, total. Available at: https://data.worldbank.org/indicator/SL.TLF.TOTL.IN?end=2016&start=2015 Accessed on 10th October

[2] McKinsey Global Institute. The world at work: Jobs, pay and skills for 3.5 billion people, 2012 [p. 9]

[3] WHO, Healthy workplaces: a WHO global model for action http://www.who.int/occupational_health/healthy_workplaces/en/ Accessed on 10th October

[4] Ibid.

[5] Ibid.

[6] Buck Consultants. Working Well: A global survey of health promotion, workplace wellness, and productivity strategies, 2014.

[7] World Health Organization, Global status report on non-communicable diseases, 2014, [p.11]