El nuevo informe de la Cuenta Regresiva al 2030 muestra un lento avance hacia la meta 3.4 de los ODS
4 de septiembre de 2020
4 de septiembre de 2020
En todo el mundo, el riesgo de morir prematuramente a causa de enfermedades crónicas prevenibles y en gran parte tratables, tales como accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas y cáncer de estómago ha disminuido de manera constante durante la última década, pero las tasas de muerte por otras enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer de pulmón, el cáncer de colon, y el cáncer de hígado están disminuyendo con demasiada lentitud o, incluso, empeorando en muchos países.
Actualmente, las ENT matan a más de 40 millones de personas al año en todo el mundo, lo que representa siete de cada diez muertes en todo el mundo. 17 millones de estas muertes son de personas menores de 70 años y por lo tanto, consideradas como prematuras; la gran mayoría (15 millones) de estas muertes ocurren entre los 30 y los 70 años.
En 2015, los líderes mundiales se comprometieron a alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.4 de las Naciones Unidas de una reducción de un tercio de las muertes entre los 30 y los 70 años de edad a causa de cuatro ENT clave: el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes para el año 2030. El informe Cuenta Regresiva al 2030, dirigido por el Imperial College London, la Organización Mundial de la Salud y la Alianza de ENT, revela que el objetivo mundial de reducir la mortalidad prematura por ENT en un tercio al año 2030 aún se puede alcanzar, pero que muchos países se estan quedando cortos en sus acciones.
"Ningún país puede alcanzar esa meta simplemente atendiendo una sola enfermedad; lo que se necesita es un paquete de medidas, un sistema de salud sólido, que abarque la prevención, la detección temprana y el tratamiento, adaptado a la situación nacional", dijo Majid Ezzati, profesor de Global Environmental Health en Imperial College London, quien dirigió el estudio [2].
"Los jóvenes deben liderar la lucha contra las ENT. Se estima que 150 millones de personas perderán la vida demasiado pronto a causa de una enfermedad no transmisible durante la próxima década, y en este momento las ENT están intensificando el impacto de COVID-19", dijo el Dr. Bente Mikkelsen, Director de Enfermedades No Transmisibles de la Organización Mundial de la Salud. Debemos garantizar que todas las ENT se atiendan en los planes de recuperación por COVID-19 para que podamos parar esta corriente mortal. No podemos permitir que las ENT se conviertan en una catástrofe generacional, donde se desperdicia el potencial humano y se exacerba la desigualdad. [2]
Las personas que viven con muchas ENT se ven afectadas de manera desproporcionada por la COVID-19; además, corren un riesgo considerablemente mayor de sufrir una enfermedad grave y morir a causa de la enfermedad. Al mismo tiempo, la capacidad de alcanzar los objetivos de la ONU se ve desafiada por el impacto adicional de la pandemia de COVID-19, que está perturbando gravemente la capacidad de los servicios nacionales de salud para brindar exámenes de detección, diagnóstico, tratamiento y prevención regulares a las ENT.
"La COVID-19 ha expuesto cómo el hecho de no invertir en una salud pública eficaz para prevenir las ENT y brindar atención médica a las personas que viven con ENT puede volver a afectarnos”, dijo Katie Dain, CEO de la Alianza de ENT. “La buena noticia es que todos los países aún pueden cumplir las metas al 2030, con políticas sólidas e inversiones inteligentes. La prevención y el tratamiento de las ENT ya no pueden considerarse como 'algo positivo', sino que deben considerarse como parte fundamental en la preparación para una pandemia". [2]
En un artículo editorial, The Lancet destaca que: “La COVID-19 y las ENT forman una relación peligrosa, una sindemia que está exacerbando las desigualdades sociales y económicas... La COVID-19 es una pandemia que resalta la alta carga que las ENT imponen a los recursos sanitarios. Debería actuar como un catalizador para que los gobiernos implementen controles más estrictos al consumo del tabaco, el alcohol y el azúcar, así como una inversión enfocada en estimular la actividad física y las dietas saludables. La COVID-19 ha demostrado que muchas de las herramientas necesarias para luchar contra una pandemia son también las necesarias para luchar contra las ENT: la vigilancia de enfermedades, una sociedad civil sólida, una salud pública sólida, comunicación clara y acceso equitativo a sistemas de salud universales resilientes... La COVID -19 debe incentivar una acción política mucho mayor para superar la inercia en torno a las ENT".
Las mediciones de la ONU son del progreso hacia la meta 3.4 de los ODS de reducir en un tercio el riesgo de muerte entre los 30 y los 70 años de edad entre cuatro grupos principales de ENT (cánceres, enfermedades cardiovasculares (ECV), enfermedades respiratorias crónicas y diabetes). Basado en las tendencias recientes (2010-2016), el informe Cuenta Regresiva al 2030 encuentra que:
Políticas para acelerar la disminución de la mortalidad prematura
"Para avanzar, debemos aprender de aquellos países que lo están haciendo bien y replicar sus estrategias de prevención y atención médica para las ENT", dijo el profesor Ezzati. "Nuestro análisis muestra que todos los países todavía tienen posibilidades de alcanzar la meta 3.4 de los ODS, pero deben atender a múltiples enfermedades y contar con sistemas de salud sólidos"[2].
Con ese fin, el informe destaca el conjunto de intervenciones necesarias para que los países avancen:
[1] Informe Cuenta Regresiva 2018 (NCD Countdown 2018 report): https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(18)31992-5/fulltext
[2] Citas directas de los expertos
[3] https://www.who.int/gho/publications/world_health_statistics/2020/en/