En medio de la pandemia de coronavirus que representa una amenaza sin precedentes para los sistemas de salud y las economías de todo el mundo, necesitamos una OMS fuerte ahora más que nunca. Su experiencia técnica, normas y orientación y liderazgo son fundamentales para apoyar a los países y fomentar la cooperación internacional para abordar la pandemia de COVID-19, así como para mejorar la salud de la población y la resiliencia a las condiciones subyacentes que están acentuando las tasas de mortalidad, como las enfermedades no transmisibles (ENT).

 

Retirar el apoyo a la OMS en este momento crítico tendrá ramificaciones adversas de gran alcance, no solo prolongando y exacerbando la pandemia de COVID-19, sino también impactando potencialmente otros programas de prevención y control de enfermedades como los de las ENT.

 

Por lo tanto, instamos a los gobiernos a que se unan para responder a esta pandemia mundial solidariamente, e intensificar las contribuciones financieras a la OMS. Salvar vidas debe ser la máxima prioridad. Ningún país tendrá éxito si actúa solo.