Durante la reciente Asamblea General de la OMS, una resolución histórica sobre la salud bucodental que pedía una estrategia global, un plan de acción, metas para 2030 y las mejores inversiones para la salud bucal recibió un apoyo unánime. En este contexto, y con la próxima Estrategia Mundial 2022 sobre el control de enfermedades bucodentales, la Federación Dental Mundial (FDI) y la Alianza de ENT (NCDA) unieron fuerzas para desarrollar una nota informativa dirigida a las y los responsables políticos.

1. La salud bucal es un indicador clave del estado de salud general, el bienestar y la calidad de vida, por lo que las enfermedades bucodentales deben ser priorizadas como parte de las respuestas a las ENT y la CSU. Esto puede respaldarse con sólidos sistemas de información sobre salud bucodental.
2. Las enfermedades bucodentales y otras ENT comparten factores de riesgo modificables, y la prevención conjunta es posible mediante una respuesta multisectorial y soluciones rentables existentes.
3. La mala salud bucal es un factor de riesgo para las ENT y, por lo tanto, los sistemas de salud pueden optimizarse y fortalecerse integrando la promoción de la salud bucal y los servicios de salud bucal para todas las personas.
4. Una buena salud bucal puede tener un impacto positivo en los resultados del tratamiento de las ENT, por lo que es necesario invertir en más investigación multidisciplinaria y colaboración interprofesional entre los equipos de atención médica.
5. Involucrar a las personas que viven con enfermedades bucodentales, a las comunidades y a las y los profesionales de la salud es crítico para integrar con éxito la salud bucal en las respuestas a las ENT y en la CSU.