Hacer frente a las desigualdades de género y a las ENT: una convocatoria a ideas que nos beneficien
8 de Marzo de 2021
8 de Marzo de 2021
Tras una hora dedicada a explicarle a mi hijo cómo dividir fracciones, subo corriendo las escaleras para atender otra llamada de trabajo. Paso de puntillas por las puertas del dormitorio de mis hijas, a sabiendas que, si me oyen, voy a tener que detenerme a responderles preguntas sobre la gravedad, Macbeth, por qué el WiFi no funciona, o '¿a qué hora almorzamos?', mientras sé que los mensajes en mi bandeja de entrada siguen aumentando exponencialmente...
Afortunadamente, para cuando leas esto, la vida habrá cambiado. Hoy, 8 de marzo, no es sólo el Día Internacional de la Mujer, sino el día en que las escuelas en Inglaterra reabren sus puertas, después del último cierre de dos meses. Esta coincidencia en la fecha puede no haber estado en la mente del gobierno del Reino Unido, pero sí en la de millones de madres que, a pesar de los esfuerzos sin precedentes de algunos padres, en general han estado cargando la mayor parte de la educación en el hogar, y las tareas domésticas adicionales durante el encierro.
Sin embargo, mientras las madres en Inglaterra respiran aliviadas, los encierros y los cierres de escuelas continúan en países devastados por la COVID-19 en todo el mundo. El resultado, para muchas mujeres, no es sólo una mayor carga en cuidados (tanto para los miembros más grandes como para los menores de la familia), sino una serie de otros impactos, que incluyen la pérdida del trabajo, la inseguridad alimentaria, la restricción de movimientos, y altos niveles de violencia de género. Todos estos impactos tienen implicaciones significativas para la salud física y mental de las mujeres.
Las principales causas de muerte y discapacidad entre las mujeres en todo el mundo son las enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas, y la diabetes. El impacto de la pandemia sobre los principales impulsores de las ENT, como lo son las dietas poco saludables, la inactividad física, el consumo de tabaco, y el consumo nocivo de alcohol, todavía se está produciendo, y es probable que sea muchos más fuerte, en particular para las mujeres que sufren pobreza y marginación, y que se enfrentan a desequilibrios de poder arraigados no sólo en el género, sino en la raza, la etnia, la edad y otros factores.
Por ejemplo, la falta de acceso a alimentos saludables o a la refrigeración necesaria para almacenarlos durante el encierro, junto con una mayor dependencia de los paquetes de alimentos o del apoyo de los bancos de alimentos que proporcionan productos con una mala calidad nutricional, ha cambiado los comportamientos alimenticios y a conducido a un aumento de peso, particularmente en las mujeres. El sobrepeso u obesidad es un factor de riesgo importante para las ENT, y uno que ya afecta más a las mujeres que a los hombres en los países de ingresos bajos y medianos.
El encierro relacionado a la COVID-19 también ha demostrado cómo los niveles de actividad física se hunden en muchos contextos, y el comportamiento sedentario se dispara, siendo las mujeres las más afectadas. Las mujeres dejaron de hacer ejercicio en gran parte como resultado del aumento de las responsabilidades a su cargo, y también son las más afectadas por la suspensión de actividades grupales, como las clases de ejercicios. Esta falta de actividad física tiene un efecto directo en la salud mental: las mujeres que hacen menos ejercicio debido a la COVID-19 reportan un menor bienestar social, emocional y psicológico, y una mayor ansiedad generalizada.
La información disponible sugiere que los niveles de tabaquismo y de consumo de alcohol también han aumentado como resultado de la pandemia, siendo este aumento del consumo de alcohol más pronunciado entre las mujeres. Algunas compañías de alcohol han aprovechado la pandemia para apuntar a las mujeres, asociando sus marcas con campañas de equidad de género. Por ejemplo, AB InBev -la empresa detrás de marcas como Budweiser- lanzó una línea de ayuda de WhatsApp en Sudáfrica en respuesta a un fuerte aumento de la violencia de género durante el encierro nacional.
Mucho antes de que el mundo se enterara de la COVID-19, la la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) -la reducción de un tercio de la mortalidad por ENT entre los 30 y 70 años en el 2030- ya estaba muy lejos de alcanzarse; sólo se espera que 17 de los 176 países alcancen esta meta para las mujeres. Con la pandemia profundizando las desigualdades en género, de raza, y otros determinantes, éste es el momento perfecto para lanzar una nueva iniciativa que busque soluciones a los desafíos de las ENT y a las condiciones de salud mental que aborden los desequilibrios de poder respecto al género.
El Laboratorio para la mujer, las niñas y las ENT (NCD Lab on Women and Girls) que el Instituto George copreside junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una plataforma virtual que tiene como objetivo acelerar los avances hacia la consecución de los ODS relacionados con las ENT, y de las ENT en general. Nosotras y nuestro grupo directivo experto buscamos ideas innovadoras que promuevan la equidad de género, y reconozcan y atiendan el papel que juega el género en los determinantes e impactos de las ENT, así como los vínculos entre las ENT y las desigualdades de género, y cómo éstas se refuerzan mutuamente.
"Esta emocionante iniciativa tiene el potencial de aumentar nuestro impacto sobre una serie de desafíos de las ENT a nivel nacional, incluyendo sus factores de riesgo y determinantes", dice la Dra. Svetlana Akselrod, directora de la Plataforma Mundial para las ENT de la OMS. "Hemos reunido a las partes interesadas clave de muchos sectores diferentes para guiar y revisar las presentaciones con las ideas más exitosas, orientando el cambio a nivel individual, de políticas, o de sistemas".
El primer ciclo del Laboratorio ya está abierto, y cualquier individuo o grupo de personas puede presentar su proyecto. Ya sea un proyecto de investigación en curso, una campaña de incidencia, o una intervención basada en la comunidad. La idea puede centrarse en la promoción de la salud, la ciencia del comportamiento, o el desarrollo de políticas. Puede ser un producto de salud digital o un programa de capacitación educativa. ¡Puede que no sea nada de lo anterior, pero aún así nos gustaría conocer tu idea! Consulta los términos de referencia para leer los criterios de selección completos. Se realizará una preselección de 10 a 20 presentaciones, y la idea ganadora será anunciada en mayo de 2021. Todas las presentaciones preseleccionadas, incluida la ganadora, se publicarán destacadas en el Portal de Conocimiento y Acción, de la OMS.
El primer ciclo del laboratorio para las ENT cierra el 8 de abril de 2021, y esperamos con ansias conocer la idea que se te ocurrió.
Por mi parte, creo que hoy finalmente podré despejar mi bandeja de entrada...
Emma Feeny (@EmmaFeeny) es la Directora de Compromiso para la Incidencia y Políticas en The George Institute for Global Health, donde dirige un programa para aumentar el impacto de la salud y de la investigación médica del instituto.
The NCD Lab on Women and Girls | The George Institute for Global Health
WHO NCD Lab - First Call for Innovative Cross Cutting Initiatives