La tasa de mortalidad materna se ha estancado y se proyectan un millón de muertes para el 2030
6 de Marzo de 2023
6 de Marzo de 2023
Este año, en el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), un informe de la OMS publicado recientemente comparte buenas y malas noticias. La buena noticia: casi todas las muertes debidas a complicaciones del embarazo y el parto se pueden prevenir. La mala noticia: desde 2015, las muertes maternas en todo el mundo han dejado de disminuir: al ritmo actual, se producirán más de un millón de muertes maternas para el año 2030.
El informe sobre la tendencia en la mortalidad materna de 2000 a 2020: estimaciones de la OMS, UNICEF, UNFPA, Grupo del Banco Mundial y UNDESA/División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas ofrece nuevas previsiones para la mortalidad materna a nivel mundial, regional y nacional correspondientes al período 2000-2020, con datos sobre 185 países y territorios.
Refleja los grandes avances realizados hacia la eliminación de las muertes maternas prevenibles durante los últimos 15 años de la era de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000 a 2015), con el Objetivo 5 centrado específicamente en mejorar la salud materna y reducir las muertes maternas. Muchas mujeres vieron los beneficios de los esfuerzos alineados con este objetivo y las muertes maternas se redujeron en un 45% a nivel mundial, y la mayor parte de esta reducción tuvo lugar desde el año 2000.
Pero el informe muestra que entre 2016 y 2020, los primeros cinco años después del lanzamiento de los ODS, la tasa de reducción de la mortalidad materna se ha estancado. Esto significa que el mundo no alcanzará la meta 3.1 de los ODS, para reducir la mortalidad materna mundial a menos de 70 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos para 2030.
Al ritmo actual, se perderán las vidas de más de un millón de mujeres hacia el 2030, casi todas ellas en países de ingresos bajos y medios (PIBM). Aunque solo el 13% de la población mundial vive en países menos desarrollados, el 42% de todas las muertes maternas en 2020 ocurrieron en ellos.
Estas vidas pueden salvarse si se toman medidas en todos los sectores y en todos los PIBM para abordar los determinantes que ponen en riesgo a las madres. Como se describe en el informe, esto requerirá inversión en nuestros sistemas de salud y fuerza laboral, para proporcionar las herramientas y la capacitación necesarias para brindar atención de calidad.
El informe también hace hincapié en la necesidad de poner fin a los prejuicios de género que ponen a la salud de las mujeres como una prioridad baja, cambiándolos por una nueva visión en la que todas las mujeres tengan garantizada una atención de calidad durante todo el embarazo, así como durante y después del parto. Esta atención debe garantizarse a todas las mujeres, pero en la actualidad persisten grandes desigualdades en los distintos contextos y dentro de ellos a raíz de los diferentes niveles de recursos.
Finalmente, el informe destaca que las crisis climáticas y humanitarias están desestabilizando los sistemas de salud en todo el mundo, obstaculizando los avances hacia el logro de un buen nivel de salud para todas las personas que los utilizan. Esto requiere un enfoque de toda la sociedad que aborde estos problemas importantes de salud y género.
Se lograron grandes avances para mejorar la salud de las mujeres con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero como se destaca en el informe, debemos escalar estos esfuerzos para lograr los resultados deseados: poner fin a las muertes maternas prevenibles en todas partes.