Las infancias de todo el mundo están bajo el ataque de un depredador que sabe exactamente dónde encontrarlos y cómo ganarse su confianza. Las autoridades hacen poco para detenerlo, los padres y madres lo incluyen a sus propios hogares. Pero el daño que inflige a las infancias y adolescencias, que es inmediato y de por vida, no tiene límite.

El alcohol y las bebidas azucaradas son dos de los principales impulsores de las ENT, y se ha demostrado que aumentar los impuestos sobre estos productos reduce el consumo. Los nuevos recursos de la Organización Mundial de la Salud proporcionan una potente herramienta para los gobiernos que desean proteger a sus pueblos de estas sustancias nocivas.

Ante la constante interferencia de la industria y sus estrategias de marketing agresivas, el control del alcohol asume el desafío de ganar impulso en la 7ª Conferencia mundial sobre políticas de alcohol.