En el Día Mundial del SIDA el 1 de diciembre, ONUSIDA nos pide que nos unamos para poner fin a las desigualdades que frenan la respuesta al VIH.
Bajo el lema 'IGUALDAD YA', se exige una mayor disponibilidad, acceso e idoneidad de los servicios de prevención, tratamiento y atención del VIH; la eliminación de leyes y políticas punitivas que perpetúan el estigma y la discriminación de las personas que viven con VIH y están afectadas por él; así como una igualdad en el acceso a los avances científicos para el VIH, entre las comunidades y también entre el sur y el norte global.
Como aporte a la campaña, la Alianza de ENT (NCDA) está pidiendo un mayor acceso y asequibilidad de la atención integrada del VIH y las enfermedades no transmisibles (ENT) en todo el mundo. La atención integrada debe servir como un trampolín hacia la Cobertura Sanitaria Universal (CSU), que garantizará la atención de las ENT para todas las personas que la necesiten.
Las ENT amenazan décadas de avances en la lucha contra el VIH
El tratamiento antirretroviral (TAR) es uno de los mayores logros de la ciencia, transformando el VIH de una sentencia de muerte en una enfermedad crónica manejable. Pero estos logros se ven amenazados por las ENT.
A medida que las personas que viven con el VIH viven más tiempo, se enfrentan a la misma amenaza creciente de las ENT que la población en general. En muchos casos, enfrentan un mayor riesgo debido a su estatus. Para 2035, se prevé que el 71 % de las personas que viven con el VIH también vivirán con una o más ENT, frente al 56 % de las personas sin VIH. Además, las tasas de mortalidad por ENT son casi el doble en los países de ingresos bajos y medianos que en los países de ingresos altos. Mantener sanas a las personas que viven con el VIH requerirá un nuevo enfoque integrado de la atención de la salud.
Establecer el vínculo entre el VIH y las ENT
En la Declaración política sobre el VIH y SIDA de 2021, los países se comprometieron a que el 90% de las personas que viven con VIH, están en riesgo de padecerlo y están afectadas por él tengan acceso a servicios de prevención y atención de ENT, incluida la salud mental, para el año 2025.
Pero, el acceso a los servicios para las ENT es muy desigual en el mundo.
Hasta las últimas dos décadas, la principal carga de morbilidad en gran parte del mundo en desarrollo eran las enfermedades infecciosas, incluido el VIH, y la mayoría de los recursos se asignaban a éstas. Las ENT son una amenaza relativamente nueva y simplemente no reciben la misma financiación. Esto significa que hay menos clínicas disponibles y no están tan bien equipadas, lo que se refleja en muchas menos oportunidades para acceder a una atención de calidad.
Además, las personas que viven con el VIH en la mayoría de los países reciben servicios gratuitos para el VIH, pero tienen que pagar de su bolsillo por los servicios para las ENT. Los gastos de bolsillo por las ENT son a menudo catastróficos y llevan a 100 millones de personas a la pobreza cada año.
Se ha demostrado que la prestación de servicios integrados para VIH/ENT es más asequible y sostenible en los países de ingresos bajos y medianos, al mismo tiempo que satisface mejor las necesidades de las personas que viven con el VIH y enfermedades crónicas. Sin embargo, hay muy pocos ejemplos en los que se haya implementado esta atención integrada. Se necesitan con urgencia más datos para apoyar la comprensión, el desarrollo y la implementación de la atención integrada del VIH y las ENT.
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Después de perder a dos hijos poco después de sus nacimientos, a Sally le diagnosticaron SIDA y luego cáncer de cuello uterino. En la clínica de Rangi Tatu en Tanzania, se están estableciendo conexiones vitales entre el VIH y las ENT; conoce por qué esto es importante para pacientes como ella.
Recursos de la Alianza de ENT que establecen el vínculo entre el VIH y las ENT
La Alianza de ENT -junto con ONUSIDA, GNP, IAS, STOPAIDS y Frontline AIDS- ha publicado unas
recomendaciones de políticas conjuntas para apoyar y alentar la realización del objetivo de atención integrada del 90 % establecido en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA en 2021. El documento proporciona 15 recomendaciones, desglosado según las partes interesadas y el nivel de atención de la salud.
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