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De las islas a las sinergias: Garantizar que todas las personas que viven con enfermedades crónicas tengan acceso a la atención médica esencial

9 de septiembre de 2021

COMUNICADO DE PRENSA

Jueves 9 de septiembre de 2021 (Ginebra, Suiza)— La COVID-19 ha intensificado la necesidad de garantizar que las personas en países de ingresos bajos y medianos puedan acceder más fácilmente a servicios simultáneos que previenen y tratan tanto enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis (TB) y la malaria, como enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, según se ha identificado en un nuevo informe presentado hoy por la Alianza de Enfermedades No Transmisibles (Alianza de ENT/ NCD Alliance).

El informe del instituto The George Institute for Global Health y la Alianza de ENT, titulado De las islas a las sinergias: integración de la prevención y la atención de las enfermedades no transmisibles en las iniciativas de salud mundial y la cobertura universal de salud, sostiene que los compromisos políticos de una década para integrar los servicios de ENT con los servicios para grupos prioritarios tales como las principales iniciativas de salud mundial para el VIH/SIDA, la tuberculosis, la malaria y la salud materno infantil no se han concretado en una realidad sobre el terreno en los países de ingresos bajos y medianos (PIBM). La atención médica en muchos PIBM aún no responde a las necesidades de las personas que viven con ENT, enfermedades que se han convertido en las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo.

Los PIBM están experimentando una rápida transición en el perfil de enfermedades de la población moldeados por enfermedades transmisibles y afecciones que afectan a las madres y sus hijos e hijas, a un perfil dominado por las ENT y las lesiones. En la actualidad, el 85% de las personas que mueren por ENT entre los 30 y los 70 años se encuentran en países de ingresos bajos y medianos.

“La financiación a países de ingresos bajos y medianos para iniciativas prioritarias de salud de la población, como el VIH/SIDA, la malaria, la tuberculosis y la salud materno infantil, ha sido fundamental para lograr avances sustanciales en la salud durante la última década”, dijo la Dra. Gill Schierhout del Instituto George, autora principal del informe. “Muchos sistemas de salud en los PIBM siguen estando influenciados por la financiación sanitaria mundial, y su configuración tiene repercusiones críticas en la atención sanitaria disponible -o no disponible- para el creciente número de personas que viven con ENT en los PIBM".

La nueva cara de las comorbilidades

La COVID-19 ha provocado un mayor reconocimiento de que las distinciones de larga data entre enfermedades infecciosas y no transmisibles no son tan claras como se pensaba: las personas con enfermedades crónicas tienen un riesgo significativamente mayor de hospitalización o muerte por el virus. La gran mayoría de los millones de personas hasta la fecha que han perdido la vida o se han enfermado gravemente con COVID-19 vivían con problemas de salud subyacentes, sobre todo con hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes. La prolongada inacción sobre las ENT ha amplificado el costo humano y económico de la COVID-19.

De manera similar, con las ENT cada vez más comunes en los países de ingresos bajos y medianos, las comorbilidades ahora amenazan cada vez más los logros alcanzados contra enfermedades como la tuberculosis y el VIH.

"Necesitamos urgentemente un reajuste de la prestación de servicios de salud en los países más pobres que realmente refleje las necesidades de quienes más lo necesitan", dijo Katie Dain, directora ejecutiva (CEO) de la Alianza de ENT. “La atención integrada es el futuro de la atención médica. La realidad actual es que cada vez más personas viven con múltiples enfermedades crónicas. Es necesario que esto se reconozca mejor en los sistemas sanitarios. Las personas que viven con VIH tienen un riesgo significativamente mayor de padecer enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres. Las personas que viven con TB son mucho más susceptibles a la diabetes y viceversa. Los trastornos hipertensivos y la diabetes gestacional afectan a muchos embarazos, lo que pone en riesgo posibles impactos en la salud de por vida tanto para la madre como para el bebé si no se tratan de manera eficaz ".

Las enfermedades cardiovasculares representan la mayoría de las muertes por ENT, o 17,9 millones de personas al año, seguidas de los cánceres (9,3 millones), las enfermedades respiratorias (4,1 millones) y la diabetes (1,5 millones). Estos cuatro grupos de enfermedades representan más del 80% de todas las muertes por ENT antes de los 70 años.

“Los centros de salud que reflejan esta epidemiología cambiante son el futuro”, dijo Dain. “Pero esto también significará que tenemos que cambiar la forma en que hacemos las cosas. La pandemia de COVID-19 ha sido catastrófica para las personas que viven con ENT y está claro que necesitamos una infraestructura de salud en los PIBM que sea adecuada para su propósito si queremos reconstruir mejor ".

Ha pasado más de una década desde que las y los Ministros de Salud en la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre las ENT decidieron “alentar el desarrollo, la integración y la implementación de programas verticales, incluidos programas específicos de enfermedades, en el contexto de la atención primaria integrada de la salud”. Este enfoque se basa en la idea de que los sistemas de salud deben adaptarse a un enfoque más claro en la persona y su salud a lo largo de su vida, no solo en la única crisis o condición de salud que las lleva a buscar atención.

Sin embargo, los avances en este ámbito han sido irregulares, en el mejor de los casos. Las y los líderes mundiales han reafirmado recientemente la necesidad de proporcionar servicios más integrados que incluyan a las ENT, en particular en el compromiso pionero de la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el SIDA en junio de 2021, que compromete a los gobiernos a garantizar que el 90% de las personas que viven con y están en riesgo de contraer el VIH puede acceder a la atención a las ENT y la salud mental para 2025.

 

Casos de estudio

Para el informe De las islas a las sinergias se entrevistó a expertos en salud de los países de ingresos bajos y medios para identificar por qué los compromisos políticos de integración de los servicios para las ENT en los programas de salud mundiales aún no se han alcanzado de forma generalizada. El informe expone los argumentos empíricos a favor de la integración e identifica ejemplos constructivos y facilitadores clave de los programas de salud materno-infantil, los programas de VIH y otros programas de enfermedades específicas que están integrando eficazmente uno o más servicios para las ENT en sus paquetes de atención o en la atención primaria:

  • Kenia: Integración de la atención del VIH/SIDA y la diabetes en Kenia occidental. Ministerio de Salud de Kenia, Universidad Moi, Hospital Docente y de Referencia de Moi, consorcio AMPATH de universidades y centros de salud norteamericanos, con el apoyo del Banco Mundial, USAID, Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, Fundación Bill y Melinda Gates, AstraZeneca, Boehringer Ingelheim, Eil Lily and Company, Merck, Pfizer y Takeda.
  • Malawi: Clínica de atención integrada a enfermedades crónicas en el distrito de Neno. Ministerio de Salud de Malawi apoyado por Partners in Health y el Fondo Mundial para la lucha contra el SIDA, la TB y la malaria.
  • Zambia: Programa de prevención del cáncer cervical. Ministerio de Salud de Zambia y Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas, con el apoyo del PEPFAR, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y la Universidad de Zambia.

Recomendaciones

El informe identifica los beneficios clave de la integración, que incluyen mejores resultados de salud para los grupos destinatarios y poblaciones más amplias, una mayor equidad en el acceso, la rentabilidad y una mayor satisfacción y confianza de las personas que usan los servicios de salud. El informe propone tres caminos clave a seguir y ocho facilitadores para lograr la integración de las ENT, y concluye con un conjunto de recomendaciones para la comunidad de salud mundial, gobiernos nacionales, activistas de la salud e investigadores:

DONANTES Y SOCIOS PARA EL DESARROLLO

  • Aprovechar los programas y plataformas nuevos y existentes y hacerlos más integrados.
  • Incluir indicadores de atención centrada en la persona en los requisitos de financiación.
  • Crear oportunidades de financiamiento horizontal para promover una agenda integrada y detener o reducir las iniciativas que crean sistemas de datos y cadenas de suministro separados.
  • Desarrollar iniciativas que tengan en cuenta la cascada de atención (buscar-vincular-atender-retener) en los esfuerzos de integración
  • Incorporar la prevención de enfermedades a las oportunidades de financiación
  • Ayudar a generar evidencia sobre la integración e invertir en evaluación

GOBIERNOS

  • Proporcionar liderazgo en la integración y fomentar la coordinación entre las partes interesadas que trabajan en las distintas áreas de la enfermedad, asegurando que se dé prioridad a la cascada de atención completa.
  • Garantizar que las personas que viven con ENT participen de manera significativa en la toma de decisiones y el establecimiento de prioridades.
  • Recopilar datos de multimorbilidad e incorporarlos en los procesos de planificación
  • Tener en cuenta las capacidades y prioridades de los proveedores de servicios de salud subnacionales.
  • Promover la transición a la cobertura sanitaria universal de forma gradual y en función del contexto.
  • Buscar activamente oportunidades de financiación integrada.

ACTIVISTAS E INVESTIGADORES DE LAS ENT

  • Relacionarse activamente con activistas de otras prioridades de salud global.
  • Ampliar la voz de las personas que viven con ENT brindándoles una plataforma para que compartan sus experiencias y garantizar su participación significativa en los procesos de diseño de la integración.
  • Pedir la inclusión de las ENT en la cobertura sanitaria universal y promover la abolición de las tarifas a las personas que necesitan atención médica.
  • Compartir los logros y las lecciones aprendidas sobre la integración.
  • Generar evidencia sobre la integración para informar a quienes diseñan los programas.

 

 

Más información:

Michael Kessler,

Enlace con Medios de la Alianza de ENT

Cel: +34 655 792 699 

Correo: [email protected]

 

Acerca de la Alianza de ENT (NCDA)

La Alianza de ENT (NCDA) es una organización no gubernamental (ONG) registrada con sede en Ginebra, Suiza, dedicada a apoyar un mundo libre de sufrimiento, discapacidad y muerte prevenibles causados por enfermedades no transmisibles (ENT). Fundada en 2009, la Alianza de ENT es una red única de más de 300 miembros en más de 80 países que conforman un movimiento de la sociedad civil mundial respetado, unido y creíble. El movimiento está unificado por la naturaleza transversal de los factores de riesgo que tienen en común, como lo son las dietas poco saludables, el consumo nocivo de alcohol, el tabaquismo, la contaminación del aire y la inactividad física, y por las soluciones al sistema para la atención de ENT crónicas como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades pulmonares crónicas, la diabetes, la salud mental y los trastornos neurológicos.