Health for All WHO report, 2023

El informe Salud para todas las personas de la OMS desafía a las y los líderes a adoptar nuevos enfoques para la salud y la economía

29 de mayo de 2023

Millones de muertes en exceso en todo el mundo y 100 millones de personas empujadas a la pobreza solo en 2020: estos son algunos de los devastadores legados de la pandemia de COVID-19, una catástrofe evitable que sirvió como una brutal llamada de atención para priorizar la salud de la población. También demostró que la salud, el planeta y la economía están inextricablemente vinculados, dice un audaz informe de la OMS que propone una visión completamente nueva.

Hay un viejo dicho que dice que el dinero hace que el mundo gire. Pero un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud, Salud para todos: Transformar las economías para ofrecer lo que importa demuestra que esta ha sido la raíz de todos nuestros problemas y desafía a quienes toman las  decisiones a valorar y medir las cosas que son realmente importantes (el florecimiento de la salud humana y planetaria) en lugar de perseguir el crecimiento económico y la maximización del PIB sin importar las consecuencias.

Es evidente, dice el informe, que las tres grandes crisis de nuestro tiempo -salud, desigualdad y emergencia climática- están profundamente interconectadas y ninguna respeta fronteras nacionales. Para lograr la salud para todas las personas, los gobiernos deben repensar el valor y remodelar y redirigir la economía basada en el bienestar social y planetario, guiados por nuevas métricas y el reconocimiento de que la salud es un derecho humano fundamental.

Como tal, una población sana no puede verse como “capital humano”, como un simple insumo o subproducto del crecimiento económico. El propósito de invertir en salud no es aumentar el PIB o la productividad económica; la actividad económica debe acercarnos a alcanzar la salud humana y planetaria. Los autores desglosan los tipos de reformas necesarias para hacer realidad su visión en 13 recomendaciones en cuatro pilares interrelacionados: valorar la salud para todas las peronas; financiamiento de la salud universal; innovación para la salud universal; y fortalecimiento de las capacidades del sector público.

El primer pilar de 'valorar la salud para todas las personas' se basa en el PIB que proporciona una visión estrecha y distorsionada y la economía trata muchas actividades económicas dañinas como contribuciones importantes al crecimiento mientras excluye muchas actividades vitales, como los cuidados no remunerados que realizan las mujeres y la preservación del medio ambiente natural por comunidades locales e indígenas.

El “financiamiento de la salud universal” reconoce la necesidad de más financiamiento y de mayor calidad. Esto se traduce en financiamiento a largo plazo para crear más espacio fiscal para que los países de bajos ingresos puedan realizar inversiones críticas en salud; un rediseño de la arquitectura internacional de las finanzas para financiar la salud de manera equitativa y proactiva; y una OMS debidamente dotada de recursos y gobernada para que pueda desempeñar su función clave de coordinación mundial.

Por ejemplo, se argumenta que el nuevo fondo pandemia tendrá éxito no solo en función de la cantidad de capital que recaude, sino también de cómo esté estructurado y gobernado: "la toma de decisiones no puede recaer en última instancia en los principales financiadores". El informe también sugiere que los bancos regionales de desarrollo (BRD) pueden desempeñar un papel más relevante. Durante la pandemia de COVID-19, estos bancos se convirtieron en el tercer mayor proveedor de asistencia para el desarrollo después del Banco Mundial y el Fondo Mundial.

 

"Innovar en la salud" requiere un nuevo ecosistema de innovación para la salud de extremo a extremo, uno que priorice las necesidades de salud de todas las regiones del mundo, incluidos los países de bajos y medianos ingresos (PIBM). Esto requiere un cambio importante de un modelo en el que se considera que la innovación está dirigida por las fuerzas del mercado a uno que recompensa la inteligencia colectiva por su capacidad para cumplir los objetivos de salud pública y planetaria. El informe señala un ejemplo prometedor en esa dirección: el Programa de Transferencia de Tecnología de Vacunas de ARNm. Establecido por la OMS y el la oficina de patentes Medicines Patent Pool con sede en Ginebra en 2021 en Sudáfrica, el programa responde a las secuelas de la pandemia con el objetivo de aumentar la capacidad de los países de bajos y medianos ingresos  para producir vacunas. Siguiendo el enfoque de Salud para todas las personas, la tecnología del programa se compartirá con otros 15 sitios de producción de ARNm (vacunas) en los PIBM para descentralizar y diversificar la capacidad de fabricación, explica el informe.

Finalmente, el 'Fortalecimiento de la capacidad del sector público' llama a reinvertir en la capacidad de los gobiernos para impulsar un cambio transformador, permitiéndoles implementar una política económica que resulte en beneficios de salud equitativos, aborde los determinantes sociales de la salud y responda las necesitades sociales y de salud de atención. También exige un enfoque de todo el gobierno basado en la transparencia y la participación significativa de las y los ciudadanos.

Estos cuatro pilares brindan la estructura de la visión del proyecto de salud para todas las personas, que está muy lejos de los negocios habituales que se hacen hoy en día, pero está al alcance de nuestra mano como comunidad mundial. Como concluye el informe, “si la salud para todas las personas es el objetivo general, entonces la economía debe reorientarse para lograrlo”.

Dado que las ENT desempeñan un papel clave en la salud de la población, proporcionar fondos adecuados para la prevención y el tratamiento de las ENT genera importantes avances para lograr la salud para todas las personas. Más información en nuestro resumen de políticas Invertir para proteger y en el podcast Nuevo fondo para impulsar la acción en el país.