Woman cycling in Brazil. Photo by World Obesity Federation

Atender la obesidad como parte de las respuestas a la pandemia de COVID-19: vital para ‘una reconstrucción mejorada’

9 de julio de 2020

Desde el inicio de la pandemia por COVID-19, ha surgido evidencia creciente sobre la relación entre la obesidad y las complicaciones por  COVID-19. La Federación Mundial de Obesidad publicó recientemente un dossier de políticas sobre este tema (1). Aquí discutiremos algunas de las consideraciones para la obesidad en las respuestas a COVID-19 y cómo los pasos para abordar la obesidad pueden ayudar a  una ‘reconstrucción mejorada’ tanto a mediano como a largo plazo. 

Obesidad y riesgo de complicaciones por COVID-19 

La edad avanzada, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares (CVD por sus siglas en inglés) fueron identificadas al inicio de la pandemia por COVID-19 como factores de riesgo importantes. Sin embargo, a medida que aprendemos más, podemos ahora comprobar que la obesidad también representa uno de los riesgos más altos de que un individuo sufra complicaciones por COVID-19. Estudios de varios países han mostrado que las personas con obesidad tienen un alto riesgo de ser hospitalizadas (2, 3), de ingresar al área de cuidados intensivos (2), y de necesitar ventilación mecánica invasiva (4). El riesgo es particularmente notable en la población asiática. Mientras el riesgo más alto de resultados desfavorables por COVID-19 está en los grupo de edad avanzada, una IMC >40 también parece contribuir a una mayor mortalidad en pacientes menores de 50 años (5). 

Estos vínculos son particularmente preocupantes cuando pensamos que 1 billón de personas en el mundo son afectadas por la obesidad y que todos los países distan mucho de poder alcanzar los objetivos de la OMS (6). Las cifras más altas y el incremento más acelerado se encuentran en países de bajo o medio ingreso, quienes también son particularmente vulnerables al impacto de COVID-19. 

Construyendo resiliencia a corto y largo plazo

Esta pandemia ha puesto de manifiesto los riesgos y desafíos que devienen de la falta de acción hacia el problema de la obesidad y que son ahora enfrentados por las personas que viven con obesidad.

De la misma manera que con otras ENT, hemos visto un impacto directo de la COVID-19 en las personas que viven con obesidad, como resultado de un acceso restringido a los servicios de salud. La pandemia también ha agravado problemas de tratamiento a la obesidad que ya existían, incluyendo vías de tratamiento incongruentes, estigma, falta de cobertura de salud y de una infraestructura más amplia así como desafíos en cuanto a equipamiento dentro y fuera del sistema de salud (7).

Mientras gran parte del impacto directo de esta pandemia recae en los sistemas de salud, el impacto se extiende mucho más allá. Sistemas alimentarios interrumpidos (Disrupted food systems) (8), efectos del encierro en el comportamiento y las elecciones alimentarias, pobreza, desigualdad, desempleo y campañas de mercadotecnia oportunistas de las industrias de productos no saludables (9) son sólo algunas de las tendencias que ponen en riesgo el aumento de la doble carga de la malnutrición. Esta situación es particularmente preocupante en países que al mismo tiempo experimentan altos niveles de pobreza, tienen sistemas de salud frágiles. En México, por ejemplo, se estima que la reducción que se espera del PBI (6%) como resultado de la pandemia por COVID-19 podría incrementar en 10 millones el número de personas pobres y en situación de inseguridad alimentaria (10).

Necesitamos un enfoque a largo plazo para abordar estos problemas, que incluya darle prioridad  a la obesidad en las políticas mundiales de salud, reorientar los sistemas para que sean más saludables – por ejemplo, priorizar el transporte activo sobre el uso de coches particulares, garantizar un acceso justo a comida nutritiva y a servicios de salud a las personas – e implementar políticas fuertes y amplias que prevengan la obesidad y otras ENT. A menos de que comencemos a tomar en serio a la obesidad, las poblaciones permanecerán vulnerables a las pandemias y otras posibles crisis, y se dificultará el avance tanto hacia otros objetivos de salud como a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

¿Qué se está haciendo?

Algunos gobiernos han respondido a la relación entre la COVID-19 y la obesidad con países como el Reino Unido, Francia y México que han incluido personas con un alto IMC en su lista de personas vulnerables (1). En Francia, esta medida también incluye garantía de empleo y seguridad salarial.

Todavía falta ver una respuesta mundial fuerte a la obesidad en el contexto de la pandemia por COVID-19 y existe la necesidad de reforzar las respuestas a la obesidad como parte de los esfuerzos para una ‘reconstrucción mejorada’. 

Un grupo de expertos en obesidad escribieron una carta abierta al Director General de la OMS solicitando que la OMS proporcione más orientaciones sobre COVID-19 y obesidad, resaltando la necesidad de incrementar la vigilancia de peso, la protección a la gente con obesidad, las medidas para garantizar comida y seguridad nutricional, las oportunidades para actividad física y el apoyo de salud mental (11). La resolución de la OMS para COVID-19 (WHO COVID-19 resolution) (12), no menciona específicamente a la obesidad, sin embargo, presenta una oportunidad para integrarla en las respuestas nacionales a la COVID-19 a través de compromisos relacionados con la nutrición y la actividad física que protejan a la población que vive con ENT.

Actuemos ante la obesidad ya: implementemos el marco ROOTS

Si esperamos una ‘reconstrucción mejorada’, las respuestas a COVID-19 necesitarán incorporar políticas amplias para reducir la obesidad. El marco ROOTS proporciona la base de acción ante la obesidad, la cual incluye la necesidad de: reconocer a la obesidad como una enfermedad, incrementar el monitoreo y supervisión de la misma, abordar la obesidad durante toda la vida del paciente, equipar los sistemas de salud de manera apropiada y encarar los factores estructurales y sistémicos impulsores de la obesidad (13).

Tenemos al alcance de nuestras manos los medios para mejorar de manera notable los resultados de salud, pero la falta de voluntad política.

La relación entre la obesidad y las complicaciones por COVID-19 deberían ser vistas como una dura advertencia sobre los riesgos de la falta de acción hacia la obesidad y como la necesidad de implementar políticas fuertes con el objetivo de una ‘reconstrucción mejorada' así como de ayudar a garantizar poblaciones resilientes ahora y en el futuro.

Acerca de las autoras y los autores

Simon Barquera (@sbarquera), Médico, Doctorado, Director. Centro de Investigación en Nutrición y Salud, Instituto Nacional de Salud Pública, México (@1cinys@INSPmx). 

Hannah Brinsden (@hannahbrins), BSc, RNutr, Directora de Políticas, World Obesity Federation. 

John Wilding, DM,FRCP, Presidente electo de la World Obesity Federation, Profesor de Medicina & Consultor Médico Honorario, Department of Cardiovascular and Metabolic Medicine, University of Liverpool, @worldobesity


References

(1) World Obesity Federations COVID-19 policy dossier. Available at: https://www.worldobesity.org/resources/policy-dossiers/obesity-covid-19

(2) Petrilli, C.M. et al (2020) Factors associated with hospital admission and critical illness among 5279 people with coronavirus disease 2019 in New York City: prospective cohort study. BMJ 2020;369:m1966

(3) Denova E., Barquera, S. Personal communication. Jun 2020

(4) Simonet et al (2020) High Prevalence of Obesity in Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus‐2 (SARS‐CoV‐2) Requiring Invasive Mechanical Ventilation, 28(7), 1195-1199

(5) Klang, E. et al (2020) Morbid Obesity as an Independent Risk Factor for COVID‐19 Mortality in Hospitalized Patients Younger than 50. Obesity (early view)

(6) World Obesity Federation (2020) Obesity: Missing the 2025 Targets. Available at: https://www.worldobesity.org/resources/resource-library/world-obesity-day-missing-the-targets-report

(7) Jackson Leach, R. et al (2020). Clinical care for obesity: A preliminary survey of sixty‐eight countries. Clinical obesity10(2), e12357.

(8) UN Standing Committee on Nutrition (2020). The COVID-19 pandemic is disrupting people’s food environments: a resource list on Food Systems and Nutrition responses Available at: https://www.unscn.org/en/news-events/recent-news?idnews=2039

(9) NCDA. Help =map unhealthy commodity industries' responses to COVID-19. https://ncdalliance.org/news-events/news/help-map-unhealthy-commodity-industries-responses-to-covid-19

(10) CONEVAL. [Social policy in the context of the SARS-CoV-2 (COVID-19) pandemic in Mexico]. Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social: Mexico City, 2020

(11) Obesity experts write an open letter to WHO regarding COVID-19 and obesity

(12) COVID-19 response resolution. A73/CONF./1 Rev.1. 18 May 2020 Available at: https://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA73/A73_CONF1Rev1-en.pdf

(13) ROOTS declaration on obesity. Available at: https://www.worldobesityday.org/get-involved/declaration-for-world-obesity-day