Un panel de expertos de la OMS elaboró estas nuevas directrices sobre actividad física, comportamiento sedentario y de sueño para niños menores de 5 años. Evaluaron los efectos en el sueño
inadecuado de los niños pequeños y el tiempo que pasaron sentados mirando pantallas o restringidos en sillas y cochecitos. También revisaron la evidencia sobre los beneficios del aumento de los niveles de actividad.
“Mejorar la actividad física, reducir el tiempo de sedentarismo y garantizar la calidad del sueño en los niños pequeños mejorará su salud física y mental, y ayudará a prevenir la obesidad infantil y enfermedades asociadas en el futuro", dice la Dra. Fiona Bull, gerente del programa de vigilancia y prevención basada en la población para las ENT, en la OMS.
El incumplimiento de las recomendaciones actuales de actividad física es responsable de más de 5 millones de muertes en todo el mundo cada año en todos los grupos de edad. Actualmente, más del 23% de los adultos y el 80% de los adolescentes no son lo suficientemente activos físicamente. Si la actividad física saludable, el comportamiento sedentario y los hábitos de sueño se establecen temprano en la vida, se ayuda a configurar mejores hábitos durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta.
“Lo que realmente tenemos que hacer es devolver el tiempo de juego a los niños", dice la Dra. Juana Willumsen, punto focal de la OMS para la obesidad infantil y la actividad física. “Se trata de provmover un cambio de tiempo sedentario a tiempo de juego, mientras se protege el sueño. "
El patrón de la actividad general de 24 horas es clave: reemplazar el tiempo prolongado en pantallas o sedentario con un juego más activo, mientras se asegura que los niños pequeños duerman bien y lo suficiente. El tiempo sedentario de calidad empleado en actividades interactivas no basadas en la pantalla, acompañado por su cuidador o cuidadora, como leer, contar cuentos, cantar o armar rompecabezas, es muy importante para el desarrollo infantil.
Las importantes interacciones entre la actividad física, la conducta sedentaria y el tiempo adecuado para dormir, y su impacto en la salud física y mental y el bienestar, fueron reconocidas por la
Comisión para acabar con la obesidad infantil, que pidió una guía clara sobre la actividad física, la conducta sedentaria y el sueño para niños pequeños.
Aplicar las recomendaciones de acuerdo a estos lineamientos durante los primeros cinco años de vida contribuirá al desarrollo motor y cognitivo de los niños y la salud de por vida.