Con acciones audaces, México marca el camino para las enfermedades relacionadas con la alimentación.
Limitar la comercialización y la promoción de alimentos y bebidas no saludables, especialmente dirigidos a niñas, niños y adolescentes, incluyendo la venta en línea y en los lugares donde se reúnen.
¿Qué tiene de malo la comida chatarra?
Durante varias décadas, ha habido un cambio dramático en la forma en que el mundo come, bebe y se mueve. La globalización y la urbanización han allanado el camino para un aumento de tiendas de alimentos y bebidas ya preparados, de comida chatarra y de las comidas fuera de casa, con menos personas cultivando o elaborando sus alimentos desde cero.
Al mismo tiempo, está aumentando la prevalencia mundial de enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas con la alimentación, como la diabetes tipo 2, el sobrepeso y la obesidad, las enfermedades cardiovasculares (y cardíacas), los accidentes cerebrovasculares, la hipertensión (presión arterial alta) y algunos tipos de cáncer.
Esto no es sorprendente. En la medida que las personas se mueven menos y las dietas se vuelven dominadas por alimentos y bebidas ultraprocesados con alto contenido de grasas, azúcar y sal, la cantidad de personas que viven con ENT relacionadas con la dieta seguirá aumentando.
Por ejemplo, la diabetes es una de las diez principales causas de muerte a nivel mundial. Hay 537 millones de adultos que viven con diabetes, eso es 1 de cada 10 personas. Se prevé que este número aumente a 643 millones para 2030 y a 784 millones para 2045.
Pero la posibilidad de una persona para mantener una dieta saludable a menudo no está bajo su control: está influenciada por el entorno alimentario en el que vive, la nutrición temprana, sus ingresos económicos y la accesibilidad para conseguir los alimentos saludables. Los productos ultraprocesados tienen una larga vida útil, lo que los hace atractivos tanto para los supermercados como para las y los consumidores, especialmente para las familias de bajos ingresos. También suelen estar respaldados por un marketing intensivo de la industria, muchas veces dirigido a las niñas y niños.
Dieta en México
Si bien los países se han comprometido con un objetivo acordado a nivel mundial para detener el aumento de la diabetes y la obesidad para 2025, la epidemia de diabetes continúa empeorando. Esto es especialmente cierto en los países de ingresos bajos y medianos, donde se produce más del 80% de todas las muertes por diabetes, pero esta enfermedad crónica prevalece en todos los países.
México tiene una de las cargas más altas de ENT relacionadas con la dieta y de obesidad en el mundo. Alrededor de las tres cuartas partes de las personas en México viven con sobrepeso u obesidad, incluido un tercio de su infancia. Esto se compara con solo el 20% de la población adulta en 1996. En paralelo, la prevalencia de la diabetes ha aumentado lo que impulsó al gobierno a tomar medidas.
Esta situación ha sido motivada por cambios culturales en la dieta, que fue de productos más saludables y perecederos hacia el consumo de productos ultraprocesados y envasados que normalmente tienen un alto contenido de azúcares añadidos, sales, grasas y menos nutrientes.
México ha estado dando grandes pasos para mejorar la salud al reducir la alta prevalencia de enfermedades crónicas en gran medida prevenibles, pero el gobierno y la sociedad civil de la salud han enfrentado feroces enfrentamientos por parte de las grandes empresas detrás de los productos que enferman a las personas.
Mientras la pandemia se afianzaba en 2020 y los líderes mundiales debatían la crisis, el Ministro de Salud de México llamó la atención sobre cómo el descuido en la prevención de las ENT había hecho que las personas del mundo fueran más vulnerables al nuevo coronavirus. Las autoridades de salud instaron a los mexicanos a hacer la transición a dietas y hábitos más saludables para reducir la carga de COVID-19.
La solución para la comida chatarra en México
Durante el verano de 2020, en el estado sureño de Oaxaca, algunas comunidades indígenas bloquearon físicamente las carreteras a los camiones que reparten alimentos y bebidas procesados para que las personas pudieran volver a sus dietas tradicionales y saludables. Poco después, el gobierno de Oaxaca aprobó una ley que prohibía la venta de comida chatarra a menores de edad. Tabasco rápidamente hizo lo mismo, y muchos otros estados ahora se están preparando para seguirles.
Motivado, el Senado Federal de México aprobó recientemente una ley a nivel nacional que prohibirá la inclusión de comida chatarra en las comidas escolares y hará que sea ilegal vender comida chatarra en las inmediaciones de las instalaciones escolares. La Ley Anti Chatarra se aplica a las tiendas, escuelas y máquinas expendedoras. La aplicación es compleja, pero existe un fuerte apoyo público para defender la salud de la población más vulnerable: la infancia.
La nueva ley también apoyará de manera proactiva el establecimiento de puntos de venta de alimentos saludables, y se insta a otros países, como Sudáfrica, a introducir prohibiciones similares de venta de comida chatarra y bebidas en las escuelas para promover entornos escolares saludables que nutran el cuerpo y el cerebro de las y los niños.
Estos esfuerzos para dominar el modus operandi de la industria de la comida chatarra es una batalla dura y de largo plazo, y la implementación de nuevas leyes a menudo presenta otros obstáculos, pero México tiene un historial de éxito en su determinación y tenacidad al tomar medidas audaces para proteger la salud de su infancia y, con paciencia, otras jurisdicciones también están viendo los frutos de sus inversiones en la prevención de ENT.
Otra valiente iniciativa que ha tenido éxito en México y en todo el mundo es el impuesto a las bebidas azucaradas. Durante la última década, más de 50 jurisdicciones introdujeron impuestos sobre las bebidas azucaradas, no solo para disuadir a las personas de comprar esos productos dañinos, sino también para aumentar los ingresos para la promoción de la salud pública. Se proyecta que este impuesto prevenga 239,000 casos de obesidad, de los cuales alrededor del 40% serían menores de edad.
Una cosa es segura, con las tasas de obesidad y de ENT relacionadas con la dieta aumentando en la mayoría de los países, más países deben tomar medidas más amplias y valientes como México para sanar los sistemas alimentarios y proteger a las y los niños de los alimentos y bebidas que nos enferman.
*La Alianza de ENT agradece el apoyo de Resolve to Save Lives en la producción de este video.