5 países reconocidos por sus esfuerzos para eliminar las grasas trans en el nuevo programa de validación de la OMS
11 de enero de 2024
11 de enero de 2024
Peligrosas para nuestra salud y factibles de sacar del suministro de alimentos, la eliminación de las grasas trans de nuestra dieta es una de las políticas nutricionales más sencillas e impactantes que un país puede implementar. Ahora, a través de un nuevo esquema de certificación, la OMS reconoce a los países que logran la eliminación de ácidos grasos trans producidas industrialmente (AGT-pi), de manera similar a sus esquemas de certificación para la erradicación de la polio y la viruela.
Los países que solicitaron y obtuvieron el certificado en 2023 (Dinamarca, Lituania, Polonia, Arabia Saudita y Tailandia) han demostrado las mejores prácticas al implementar políticas de grasas trans, junto con sistemas para monitorear y hacer cumplir la sustitución de grasas trans por alternativas más saludables.
Las grasas trans, en gran parte producidas industrialmente, se han agregado abusivamente a nuestros alimentos desde la década de 1960 para prolongar la vida útil en los supermercados y como alternativa a las grasas animales. Pero lo que no sabíamos en aquellos años es que eran grasas letales.
Los AGT-pi son un importante factor de enfermedades cardiovasculares (ECV) y accidentes cerebrovasculares, y causan directamente unas 540,000 muertes cada año. También están relacionados con una serie de otras enfermedades no transmisibles (ENT) y afecciones relacionadas, como el cáncer de ovario, la infertilidad, la endometriosis, la enfermedad de Alzheimer, la diabetes y la obesidad.
Desde 2018, la OMS ha pedido su eliminación total de nuestra cadena de suministro de alimentos mediante la iniciativa REPLACE. El paquete de acción REPLACE, que abarca herramientas basadas en evidencia en seis áreas estratégicas, permite a los gobiernos eliminar de manera efectiva este aditivo dañino de sus suministros alimentarios nacionales.
La buena noticia es que los AGT-pi se pueden reemplazar en los alimentos sin afectar su consistencia, sabor ni costo, lo que hace que su eliminación sea económica, política y técnicamente viable.
Si bien algunos países de altos ingresos como EE.UU. y en Europa ya habían estado tomando medidas para reformular los alimentos y eliminar las grasas trans, la iniciativa REPLACE ha acelerado las respuestas nacionales en todas las regiones del mundo con el apoyo de Resolve to Save Lives y en colaboración con otras organizaciones de la sociedad civil, como la incubadora de incidencia Global Health Advocacy Incubator, la Alianza de ENT y activistas nacionales de la salud.
Desde entonces se han logrado avances sustanciales para eliminar los AGT-pi del suministro mundial de alimentos, y según la OMS, el objetivo de la eliminación a nivel mundial está cerca. Sólo cinco países representan dos tercios de las muertes debido a los AGT-pi, y el 54% de la población mundial está ahora cubierta por límites obligatorios a las grasas trans.
La OMS abrirá su segunda ronda de validación, invitando a recibir el reconocimiento a una serie de países que ya cuentan con estas políticas de mejores prácticas.