Comunicado de Prensa

Miércoles, 8 de agosto 2018 (Nueva York, USA)--La omisión de un impuesto sobre el azúcar en la Declaración Política que se adoptará en la tercera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Enfermedades No Transmisibles (RAN de la ONU sobre ENT) que se celebrará en Nueva York el 27 de septiembre es solo una de las debilidades del documento que no compromete a los gobiernos a actuar y a evitar una epidemia mundial de salud que conduce a millones de enfermedades y muertes prevenibles.

La RAN de la ONU 2018 sobre ENT tendrá lugar en el momento más precario: las ENT representan más de siete veces más muertes que las enfermedades infecciosas, y la Declaración Política y la RAN de la ONU se concibieron como un hito para la respuesta internacional.

Es la primera vez que los Jefes de Estado y de Gobierno revisarán las ENT dentro del contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y es una oportunidad para demostrar un liderazgo político y un compromiso revitalizados para reducir el estigma, el sufrimiento y la muerte prevenibles por ENT.

“Estamos decepcionados de que esta Declaración Política no sea tan ambiciosa, innovadora ni novedosa como necesita ser para cumplir con los compromisos asumidos por los Jefes de Estado y de Gobierno en 2011 y 2014", dijo Katie Dain, directora ejecutiva de la Alianza de ENT.

“Estamos particularmente preocupados por la falta de mecanismos de rendición de cuentas para rastrear, medir e informar los avances en los objetivos acordados para 2025 y 2030. También deploramos la ausencia de referencias a las mejores inversiones efectivas de la OMS ('WHO Best Buys') y medidas políticas como los impuestos sobre el azúcar, el alcohol y el tabaco (STAX), y la extremadamente larga línea de tiempo para la próxima RAN propuesta, que no solo abre las puertas a la procrastinación prolongada y al sufrimiento y la pérdida de vidas prevenibles, sino que desperdicia cualquier oportunidad para que los líderes políticos mundiales realineen el la trayectoria actual de avances en la prevención y el control de las ENT donde los gobiernos continúan fuera del camino para alcanzar los objetivos mundiales acordados para 2025.

“Garantizar vidas saludables para todas las personas hoy depende de líderes decididos a llevar la batuta priorizando una salud óptima para todos y asumiendo plenamente que la RAN debe ser un punto de transición del compromiso a la acción que va más allá de los estándares mínimos establecidos en la texto de la Declaración Política", concluyó Dain.

Todas las áreas de gobierno son responsables

“Como miembro de Amigos de la RAN de la ONU sobre ENT, me preocupa ver el rápido crecimiento de estas epidemias y me alarma que no implementemos respuestas acordes", dijo Hon Helen Clark, de la Fundación Helen Clark. "Como ex primer ministro y ministro de salud, estoy convencido de que un avance real requerirá que todos los departamentos gubernamentales pertinentes, desde la agricultura hasta el transporte y las finanzas, tengan responsabilidades y metas y rindan cuentas informando directamente al líder del país sobre el desarrollo de esta crisis completamente evitable ".

"Me complace ver avances en algunas áreas con respecto a la Declaración de 2011, por ejemplo en relación con la participación significativa de las comunidades afectadas y del lenguaje sobre equidad, derechos y género", dijo Kent Buse, jefe de Direcciones de Políticas Estratégicas en ONUSIDA y miembro de Amigos de la RAN de la ONU sobre ENT.

 

""Pero estoy decepcionado de que no haya nuevos compromisos concretos, particularmente en relación con las mejores inversiones de la OMS, y que los enfoques proactivos para regular los factores comerciales de la epidemia no se mencionen explícitamente".

 

Una barrera para un acuerdo completo

Después de semanas de negociaciones sobre la Declaración Política, las discusiones entre los gobiernos están llegando a su fin. La Alianza de ENT ha sido notificada por los negociadores de los Estados miembros en Nueva York que, a partir del viernes 27 de julio, se aprobaron provisionalmente, excepto en uno, 34 párrafos del documento final que los Jefes de Estado y de Gobierno respaldarán en la RAN en septiembre, y queda sujeto a su aprobación general. El párrafo restante se refiere al texto sobre el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC) y la Declaración de Doha: el mismo tema que condujo a la reapertura de las discusiones sobre la Declaración Política de la RAN de la ONU para terminar con la tuberculosis.

• Los Jefes de Estado y de Gobierno se comprometen a proporcionar liderazgo político para la respuesta a las ENT, incluso mediante la coherencia y la coordinación de las políticas;
• Ampliación de la implementación de los compromisos asumidos en 2011, 2014 y la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030;
• Participación de la sociedad civil y las personas que viven con y están afectadas por las ENT en la respuesta a las ENT;
• Reconocimiento de que los determinantes sociales, económicos y ambientales, así como los factores comerciales y de mercado, afectan los factores de riesgo para las ENT;
• Integración de la salud mental y las condiciones neurológicas como elementos centrales de la respuesta a las ENT;
• Reconocimiento de que la contaminación del aire en interiores y exteriores son factores de riesgo significativos para las ENT y los factores que impulsan la mala salud;
• Reconoce posibles conflictos de interés cuando se asocia con el sector privado, y un llamado a los gobiernos para que los administren;
• Acceso a medicamentos, diagnósticos, tecnologías y cuidados paliativos asequibles. 

• No se realizó un análisis de las deficiencias de los compromisos no cumplidos en los documentos finales de las RAN de la ONU de 2011 y 2014 sobre ENT ni se habla de un liderazgo político revitalizado para cumplir esos compromisos;
• Lenguaje débil respecto a las medidas fiscales, y no reconoce que los precios y los impuestos son políticas efectivas de salud pública;
• No hay compromisos para establecer mecanismos de rendición de cuentas independientes y transparentes;
• La inclusión del lenguaje sobre "empoderar a las personas para tomar decisiones saludables", que no reconoce que las personas no pueden tomar decisiones saludables si los entornos en los que viven no ofrecen tales opciones;
• No se reconocen otras ENT, como las enfermedades renales, orales y oculares, tal como se aborda en el Informe de la Comisión de alto nivel de la OMS sobre ENT;
• La falta de un nuevo llamado a la acción sobre el compromiso y las responsabilidades del sector privado, y el compromiso insuficiente para las salvaguardas contra la interferencia de la industria y las alianzas incompatibles a nivel nacional y de las Naciones Unidas;
• El texto pide que el próxima RAN de la ONU sobre ENT tenga lugar en 2025, que es el plazo para las nueve metas de ENT establecidas por la OMS en el Marco Mundial de Monitoreo de ENT, y solo cinco años antes de la fecha límite para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dejando muy poco tiempo para corregir el camino en caso de que los países estén lejos del objetivo.

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