Políticas para reducir las grasas trans de producción industrial
Se estima que la eliminación de los AGT-PI en todos los países del mundo podría salvar 17 millones de vidas para el año 2040. Por eso, para facilitar la eliminación de AGT-PI del suministro mundial de alimentos para 2023, la OMS lanzó la iniciativa REPLACE en 2018. REPLACE es la primera iniciativa global que tiene como objetivo eliminar un factor de riesgo de ENT.
En septiembre de 2020, la OMS anunció un esquema de certificación para reconocer a los países que logran la eliminación de AGT-PI, similar a sus esquemas de certificación para la erradicación de la poliomielitis y la viruela.
La eliminación de iTFA también es un objetivo prioritario del Plan Estratégico de la OMS 2019-2023 y la OMS la considera una intervención rentable y factible (la llamada "mejor inversión/best buy"), recomendada para su implementación en todos los países para prevenir las ENT.
Las dos políticas de mejores prácticas de la OMS para la eliminación de los AGT-PI son:
- Un límite nacional obligatorio de 2 g de AGT-PI por 100 g de grasa total en todos los alimentos; y
- Una prohibición nacional obligatoria de la producción o el uso de aceite parcialmente hidrogenado como ingrediente en todos los alimentos.
A partir de enero de 2022, las políticas obligatorias deAGT-PI están vigentes para 4600 millones de personas en 58 países; de estos, 41 países tienen políticas de mejores prácticas vigentes, que cubren a 2800 millones de personas (casi el 40% de la población mundial).
Tales intervenciones son una de las razones por las que los países de altos ingresos han logrado reducir las muertes por ECV en más del 25 % desde el 2000. Por el contrario, los países de bajos y medianos ingresos (PIBM) soportan hasta el 90 % de la carga mundial de ECV, lo que subraya la necesidad de estrategias de eliminación de AGT-PI a nivel mundial.
Además, las políticas de eliminación de AGT-PI reducen las desigualdades en salud, ya que las comunidades de nivel socioeconómico más bajo tienden a consumir mayores cantidades de AGT-PI. También persisten las disparidades en la protección de AGT-PI. La mayoría de las leyes y reglamentos han sido adoptados en países de ingresos altos o medianos altos en Europa y las Américas. Hasta 2021, ningún país de ingresos bajos o medianos bajos había implementado una política de mejores prácticas hasta la fecha, lo que provoca desigualdades geográficas y socioeconómicas.
Sin embargo, India marcó un cambio al implementar una política de mejores prácticas en enero de 2022 y proteger a 1400 millones de personas más. La prevención de muertes y enfermedades atribuibles al consumo de AGT-PI también reduce la carga sobre los sistemas de salud. El uso de estas estrategias de prevención primaria para toda la población en la respuesta a la COVID-19 servirá como un trampolín para atender la mayor causa de muerte en el mundo, las ECV y muchas otras afecciones crónicas; a apoyar la recuperación económica de la pandemia; y a aumentar la seguridad sanitaria haciendo que las generaciones futuras sean más resistentes a las enfermedades infecciosas.